Ing. José Patiño Angeldonis
"Consultor en Gestión Municipal y
Desarrollo Económico Local"
Elegidos ya
los gobernantes que regirán los destinos de nuestra región, provincias y
distritos por los cuatro años venideros y teniendo en cuenta los serios
cuestionamientos que tiene el sistema político y gubernamental a todos los
niveles en el
país, es pertinente plantear y exigir desde todos los estamentos representativos de la sociedad civil algunos nuevos mecanismos de fiscalización y vigilancia ciudadana que, lejos del formalismo legal y burocrático en el que han devenido, por ejemplo los Consejos de Coordinación Regional y Local, así como los Comités de Vigilancia del Presupuesto Participativo, Regional y Locales (Provincia y Distritos), permitan desterrar progresivamente las malas prácticas de gobierno que día a día en los últimos años han venido siendo denunciadas por los ciudadanos a través de la prensa regional, lamentablemente cuando el perjuicio ya ha sido perpetrado.
país, es pertinente plantear y exigir desde todos los estamentos representativos de la sociedad civil algunos nuevos mecanismos de fiscalización y vigilancia ciudadana que, lejos del formalismo legal y burocrático en el que han devenido, por ejemplo los Consejos de Coordinación Regional y Local, así como los Comités de Vigilancia del Presupuesto Participativo, Regional y Locales (Provincia y Distritos), permitan desterrar progresivamente las malas prácticas de gobierno que día a día en los últimos años han venido siendo denunciadas por los ciudadanos a través de la prensa regional, lamentablemente cuando el perjuicio ya ha sido perpetrado.
A continuación
se plantea algunas propuestas que considero permitirán, en un futuro mediato,
recuperar la credibilidad de la política y de quienes pretenden hacer del
ejercicio de la acción política un acto de servicio a la colectividad y no de
intereses particulares, sean estos de orden personal y/o de grupo. Veamos.
1.
Toda
autoridad electa en el proceso que acaba de concluir, el primer día de gestión
tiene la obligación de traducir en ley regional o municipal, el compromiso
ético asumido mediante su firma cuando era candidato, por lo que deberá
encargar ya mismo a su equipo de asesoría, elaborar la fórmula legal pertinente.
Sería este un edificante primer acto de compromiso con la transparencia.
2.
En la sierra
(Huancabamba, Ayabaca, y algunos distritos de Morropón), zonas de menor
desarrollo, se hace necesario implementar un nuevo sistema de vigilancia en el
cual las Rondas Campesinas tengan, de acuerdo a sus atribuciones legales (Ley
27908 y D.S. Nº 025 – 2003- JUS) un papel preponderante en la fiscalización de
los recursos públicos.
La voluntad
política y fortalecimiento de capacidades para la elaboración de normas legales
locales y la asignación de recursos mínimos para su implementación, nos
permitirán saber el tipo de gestión y gobernante al que le hemos brindado o reiterado
la confianza. No más Sesiones de Concejo privadas o fantasmas (las que no se
realizan pero aparecen consignadas en los libros de actas para cobrar las
dietas); no más incumplimiento de los acuerdos del proceso de Presupuesto
Participativo; aprobación e institucionalización de sistemas
participativos de transparencia y fiscalización en los procesos de provisión de
bienes y servicios que permitan detectar y sancionar drásticamente a los
infractores.
Hacer posible
todo esto necesita la propuesta y aprobación de normatividad local, función
inherente de los gobiernos locales y que poco o nada se ha ejercido en los
últimos tiempos que se han caracterizado por la presencia de concejales y
concejos municipales desinformados, timoratos e improductivos, cuando no
cómplices de cuestionadas gestiones. Esto debe y tiene que cambiar.
3.
En aquellas
zonas predominantemente rurales de la costa de nuestra región, con presencia de
Rondas campesinas, considero que puede replicarse lo reseñado para la sierra.
No hay que olvidar que grandes sectores poblacionales de estas zonas son
migrantes que debido a la falta de oportunidades en la sierra se trasladaron a
estas nuevas jurisdicciones donde en general han reproducido las costumbres e
instituciones que ejercitaron en la tierra que les vio nacer.
4.
En las zonas
netamente urbanas debe darse paso a una participación más orgánica de los
representantes de la población, dejando de lado el clientelismo, que en
general, permite que los representantes de la sociedad civil sean afectos a
quienes detentan el poder local y por lo tanto su ejecutoria en cuanto a
vigilancia y fiscalización sea muy pobre o nula. Se hace pues necesario
legislar para instaurar procedimientos verdaderamente democráticos, los cuales
den lugar a una real movilización ciudadana. Un trabajo coordinado entre el
gobierno local, la Defensoría del Pueblo y la ONPE, con veedores de
algunas ONG`s con experiencia en la temática, garantizarán buenos resultados
tanto en la imparcialidad de la elección como en los resultados objeto de las
instancias. Llevar adelante esto requerirá de voluntad política y asignación de
recursos presupuestales, pero a juzgar por lo manifestado por la Contraloría
General de la República, ya sabemos cuánto nos cuesta la corrupción que por
ahora parece haberse enseñoreado en nuestra Patria. La rentabilidad de la inversión
en estos mecanismos pues, hechos los cálculos, está garantizada.
5.
A nivel
regional y partiendo de la necesidad de una lucha frontal contra la corrupción
y habiendo suscrito el presidente regional electo el pacto de gobernabilidad,
considero impostergable:
a)
Sincerar los
costos que significa llevar a cuestas un ente burocrático gigantesco como el
aparato regional que tiene, para ser exacto, 25 unidades ejecutoras en
las cuales siempre habrá la tentación del clientelismo para el favor político.
Hay que conjurar esa tentación.
b)
El
presidente, sobre la base de su slogan de campaña (En la honestidad está el
cambio), deberá liderar como gobernante, depositario de la confianza de todos
los pobladores de la región, una lucha frontal contra la corrupción, lo que
significará constituir, ordenanzas regionales de por medio, un sistema que
unifique los esfuerzos que han venido y vienen haciendo algunos colectivos como
el Frente Regional de Lucha Contra la Corrupción, que ha denunciado una serie de
“irregularidades” en el ejercicio de la función pública en gobiernos locales
provinciales y distritales de la región.
La
constitución del Consejo Regional Integrado de Fiscalización y Vigilancia del
Gobierno, en el cual se integren todas las instituciones que tienen como
función la lucha contra la corrupción, los colectivos ciudadanos ya vigentes y
los que se puedan constituir en el marco de la nueva legislación local
planteada líneas arriba (gobiernos locales provinciales y distritales), deberá ser
una prioridad estratégica en nuestra región.
En toda esta
tarea, la inclusión de niños y jóvenes será de impostergable necesidad, pues el
futuro camina a pasos agigantados hacia nosotros y requerimos ejercicio de
probidad como condición indispensable para sobrevivir como una sociedad
civilizada y sostenible.
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